Cada año, al llegar las fechas próximas a la Navidad, muchos son los hogares que entre su decoración tienen una llamativa y hermosa planta conocida comúnmente como ‘Flor de Pascua’, ‘Flor de Navidad’ o ‘Poinsettia’. La Poinsettia se ha convertido en uno de los iconos más representativos de nuestras fiestas y es raro el hogar que no tenga una en estas fechas.

Esta planta, originaria de México, tenía un importante simbolismo para la cultura azteca, utilizándola como remedio medicinal y para ofrecérsela a sus dioses.

Pero quién realmente es el artífice de que la planta fuese conocida mundialmente es Joel Roberts Poinsett, médico de formación y gran apasionado a la botánica, lo que lo llevó a tener un importantísimo invernadero en Greenville, Carolina del Sur. Se le ocurrió regalar esta planta a sus amistades por Navidad y así nació una entrañable tradición que cada vez fue cogiendo más fuerza.

A raíz de ahí, en Norteamérica se empezó a conocer la planta con el nombre de poinsettia y en 1991 se instauró en los Estados Unidos el 12 de diciembre como Día Nacional de la Poinsettia, en conmemoración y recuerdo a la fecha en que falleció Joel Roberts Poinsett.

Historia y curiosidades aparte, vamos ahora a centrarnos en cómo cuidar esta preciosa planta de forma que se mantenga en buena forma durante estas fiestas y mucho tiempo después.

Su éxito se debe a sus brácteas u hojas de color rojo en forma de estrella, las cuales pasados los meses se vuelven verdes para luego volver a resurgir rojas (también las hay de color crema, blancas o rosas).

Sin embargo, aunque las compramos preciosas, con el tiempo, al pasar las fiestas, empiezan a perder las flores, marchitarse y al cabo de uno o dos meses mueren.

Y es que la flor de Navidad es una planta muy fuerte, pero si no tenemos en cuenta los cuidados básicos que necesita, no conseguiremos mantenerla siempre bella y florida.

¿Qué cuidados debemos dedicar a nuestra Flor de Pascua para que se mantenga viva y flamante el máximo tiempo posible?

Escoge una planta adecuada

Cuando vayas a comprar una flor de Pascua, procura que el ejemplar tenga una base gruesa y que haya hojas verdes y sanas debajo de las hojas de color que forman la estrella.

Si ves que hay hojas amarillas o daños en las hojas y/o brotes significa que la planta no está bien cuidada.

Desconfía de las plantas cuya tierra está empapada o muy seca, pues puede ser signo de que no se estén regando de manera regular y esto puede haber dañado irreversiblemente las raíces.

No compres plantas que se encuentran en el exterior. El motivo de que las vendan envueltas es que esta planta sufre mucho los golpes producidos por las bajas temperaturas y en unos días puede perder sus hojas casi por completo. Procura que esté bien resguardada en tu trayecto a casa.

Los cuidados de la flor de Pascua en el hogar

Cuando llegues a casa debes quitar el envoltorio de la planta para airearla.

Colócala cerca de una ventana donde reciba buena luz y evita que esté muy cerca de fuentes de calor como radiadores o aires acondicionados, pues secan mucho el ambiente y pueden dañar la planta.

El riego debes realizarlo directamente en la maceta, nunca mojes las brácteas y hojas, y de manera moderada, pues mucha agua puede pudrir la planta.

Cuando pase el invierno puedes podarla e incluso plantarla en un jardín. Cuando llegue la primavera comenzará a brotar y crecer y florecerá de nuevo por Navidad.

Los cuidados de la flor de Pascua en el jardín

Si vas a decorar tu jardín con poinsettias, ten en cuenta lo sensibles que son a las bajas temperaturas. Busca las zonas más cálidas para su ubicación y las que puedan estar resguardadas por algún muro tanto artificial como natural.

Realiza sobre el mes de abril la poda para favorecer la brotación y procura no plantarlas cerca de farolas o zonas que permanezcan iluminadas toda la noche, pues al alargarles el día de manera artificial, pueden no florecer cuando llegue nuevamente diciembre.

En nuestro centro de jardinería disponemos de Poinsettias de calidad y en diferentes colores y tamaños.