Características y cuidados del Viburnum tinus (durillo)

Características y cuidados del Viburnum tinus (durillo)

El Viburnum tinus, conocido popularmente como durillo, laurel salvaje, marfull o laurentino, es un arbusto perennifolio originario de la región mediterránea, que se caracteriza por su gran resistencia y su atractiva floración invernal.

En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre sus características y cuidados, para que puedas disfrutar de esta planta en tu jardín o terraza.

 

Características del Viburnum tinus

El durillo es un arbusto que puede alcanzar los 3 metros de altura, aunque también se puede podar para darle forma de árbol pequeño.

Sus hojas son ovaladas, coriáceas, de color verde oscuro y brillante por el haz y más claras y peludas por el envés.

Sus flores son blancas, pequeñas y aromáticas, y se agrupan en inflorescencias terminales con forma de umbela, que aparecen desde finales del invierno hasta la primavera.

Sus frutos son unas bayas redondas, de color azul oscuro o negro, que contienen una sola semilla no comestible.

El durillo es una planta muy utilizada en jardinería, tanto para formar setos como para decorar macizos, borduras o rocallas.

También se puede cultivar en maceta, siempre que se le proporcione un buen drenaje y un tamaño adecuado.

Su principal atractivo es su floración invernal, que contrasta con el verde intenso de sus hojas y aporta color y vida al jardín en una época en la que pocas plantas florecen.

 

Cuidados del Viburnum tinus

El durillo es una planta muy fácil de cuidar, ya que se adapta a diferentes condiciones de luz, suelo y clima.

Estos son los cuidados básicos que debes proporcionarle:

Ubicación: el durillo puede crecer tanto a pleno sol como en semisombra, pero no tolera el interior de la casa. Lo ideal es ubicarlo en un lugar donde reciba al menos unas horas de sol directo al día, para favorecer su floración y evitar el ataque de hongos.

Si vives en una zona costera, no te preocupes, ya que el durillo resiste bien la brisa marina y la salinidad.

Riego: el durillo es una planta que soporta bien la sequía, por lo que no necesita riegos frecuentes ni abundantes. Lo mejor es regarla cuando el sustrato esté seco, evitando el encharcamiento.

En verano se puede regar cada 2 o 3 días, y en invierno cada 4 o 5 días. Si el durillo está en maceta, hay que asegurarse de que tenga agujeros de drenaje y colocar un plato debajo para recoger el exceso de agua.

Suelo: el durillo no es exigente con el tipo de suelo, siempre que sea fértil y bien drenado. Puede crecer en suelos ácidos, neutros o alcalinos, aunque prefiere los ligeramente ácidos.

Si está en maceta, se puede usar un sustrato universal o una mezcla de tierra de jardín, arena y turba.

Abono: el durillo se beneficia de un aporte de abono orgánico durante la primavera y el verano, para estimular su crecimiento y floración. Se puede usar compost, humus de lombriz o estiércol bien descompuesto, aplicándolo sobre la superficie del suelo o mezclándolo con el sustrato.

También se puede usar un abono líquido específico para plantas con flor, siguiendo las indicaciones del fabricante.

Poda: el durillo no necesita una poda intensa ni regular, salvo para eliminar las ramas secas, enfermas o dañadas. También se puede podar para darle forma o reducir su tamaño, pero siempre después de la floración, para no afectar a las yemas florales.

Se recomienda usar unas tijeras de podar afiladas y limpias, y hacer cortes limpios e inclinados.

 

Como ves, el durillo es una planta muy agradecida, que te recompensará con su belleza y aroma durante todo el año. Si te animas a cultivarlo, no te arrepentirás.

 

Cómo proteger tus plantas y jardín de las heladas

Cómo proteger tus plantas y jardín de las heladas

Las heladas son uno de los fenómenos meteorológicos más temidos por los amantes de la jardinería, ya que pueden dañar o incluso matar a las plantas que tanto cuidamos. Sin embargo, existen algunas medidas que podemos tomar para prevenir o minimizar los efectos del frío extremo en nuestro jardín.

En este artículo te contamos cuáles son y cómo aplicarlas.

Lo primero que debemos hacer es conocer el tipo de plantas que tenemos y su resistencia al frío. No todas las especies son igual de sensibles a las bajas temperaturas, y algunas pueden soportar mejor las heladas que otras.

Por ejemplo, las plantas perennes, como los arbustos, los árboles o las coníferas, suelen ser más resistentes que las anuales o las bulbosas, que son más delicadas. También hay que tener en cuenta el origen geográfico de las plantas, ya que algunas están adaptadas a climas más cálidos y otras a climas más fríos.

En general, podemos clasificar las plantas en cuatro categorías según su resistencia al frío:

– Plantas muy resistentes: son aquellas que pueden soportar temperaturas inferiores a -15ºC sin sufrir daños. Algunos ejemplos son el acebo, el abeto, el romero o la lavanda.
– Plantas resistentes: son aquellas que pueden soportar temperaturas entre -10ºC y -15ºC sin sufrir daños. Algunos ejemplos son el laurel, el boj, la hortensia o el narciso.
– Plantas poco resistentes: son aquellas que pueden soportar temperaturas entre 0ºC y -10ºC sin sufrir daños. Algunos ejemplos son el geranio, la margarita, el tulipán o la begonia.
– Plantas sensibles: son aquellas que no pueden soportar temperaturas inferiores a 0ºC sin sufrir daños. Algunos ejemplos son el jazmín, la orquídea, la gardenia o la buganvilla.

Medidas preventivas

Una vez que sabemos qué tipo de plantas tenemos, podemos tomar algunas medidas preventivas para protegerlas de las heladas. Estas medidas varían según el tipo de planta y el lugar donde se encuentren:

– Si tenemos plantas en macetas, lo mejor es trasladarlas a un lugar resguardado del frío, como un invernadero, un porche, un garaje o una habitación luminosa. Si no tenemos esa opción, podemos agruparlas cerca de una pared que les dé calor o cubrirlas con un plástico o una tela que les aísle del frío.
– Si tenemos plantas en el suelo, podemos cubrir el terreno con una capa de mantillo, paja, hojas secas o corteza de pino que les proteja las raíces del frío. También podemos cubrir las partes aéreas de las plantas con un plástico o una tela que les evite el contacto directo con el hielo o la nieve.
– Si tenemos plantas trepadoras o colgantes, podemos recogerlas y atarlas para evitar que se rompan por el peso del hielo o la nieve. También podemos cubrirlas con un plástico o una tela que les proteja del frío.
– Si tenemos plantas bulbosas, podemos extraer los bulbos del suelo y guardarlos en un lugar seco y oscuro hasta la primavera. Si no queremos hacer eso, podemos cubrir el suelo con una capa de mantillo, paja, hojas secas o corteza de pino que les proteja del frío.

Como recuperar las plantas afectadas por heladas

Además de estas medidas preventivas, también podemos tomar algunas medidas correctivas si vemos que nuestras plantas han sufrido daños por las heladas. Estas medidas son:

– No regar ni abonar las plantas hasta que se recuperen del estrés por el frío. El agua y los nutrientes pueden provocar más daños en los tejidos dañados por el hielo.
– No podar ni cortar las partes afectadas por las heladas hasta que se vea claramente qué partes están vivas y cuáles muertas. Podar demasiado pronto puede debilitar más a la planta y exponerla a nuevas heladas.
– Proteger las heridas de las plantas con un producto cicatrizante o fungicida que evite la entrada de hongos o bacterias que puedan causar infecciones.
– Aplicar un producto antitranspirante o antiheladas que reduzca la pérdida de agua por las hojas y aumente la resistencia al frío.

Siguiendo estos consejos, podremos proteger nuestras plantas y nuestro jardín de las heladas y disfrutar de su belleza durante todo el año.

Tareas del jardín en enero

Tareas del jardín en enero

En el primer mes del año, la actividad con las plantas es mínima. Podar los rosales y prevenir las plagas son las labores más importantes.

Es buen momento, entonces, para hacer planes de futuro también con el jardín para la próxima primavera: qué plantas comprar, cómo darle otro aire a ese rincón…

 

Tareas generales del mes

Podar. Si no lo has hecho en diciembre, no dejes pasar enero para ejecutar la poda más importante de los rosales de pie (fíjate en el apartado de la agenda Árboles, arbustos y trepadoras).

Combatir las plagas. En enero, aprovecha para dar una nueva aplicación de aceite mineral antiplagas a los árboles.

Plantar. Como en diciembre, puedes plantar todavía árboles y arbustos caducifolios, sobre todo si es a raíz desnuda, pero siempre y cuando la tierra no esté helada o empapada.

También puedes plantar plantas de flor de temporada (fíjate en el apartado de la agenda Plantas de flor y pásate por nuestro centro de jardinería).

Regar. Mantener húmedo el terreno evita que se compacte y contrarresta el efecto de las heladas, ya que aumenta la inercia térmica. Esto es especialmente importante para las plantas en tiesto. Riega en las horas centrales del día.

Mullir y acolchar el terreno. El frío provoca el endurecimiento del sustrato: múllelo con la ayuda de una azada o azadilla y mantenlo acolchado con corteza de pino para evitar que se compacte.

Protecciones. Vigila que las fundas, mantas de hibernación, pantallas cortavientos y demás protecciones contra el viento y el frío cumplen bien su función. Ventila los invernaderos, túneles y campanas los días de sol.

 

Árboles, arbustos y trepadoras

Nueva aplicación de aceite

Los árboles necesitan ahora una nueva aplicación de aceite mineral mezclado con fungicida para mantener a raya las plagas de pulgones, cochinillas, escarabajos y hongos como la roya o el moteado.

Empapa bien la corteza.

Poda los rosales de pie bajo

Si no lo has hecho en diciembre debes realizar ahora la poda más importante del año de los rosales de pie bajo, híbridos de té, floribunda y patio. De ella dependerá la floración principal de primavera y la forma de la planta.

Aprovecha para eliminar las ramas muertas, débiles o mal orientadas que saturan el interior del rosal. No compostes estos restos de poda.

  • Utiliza una tijera bien afilada, ajustada y limpia. El corte ha de ser oblicuo y neto, a unos tres milímetros por encima de una yema orientada hacia afuera. Es importante que no se astille la rama.
  • Esparce abono completo o especial para rosales y entrecava ligeramente.
  • Riega copiosamente y protege el cuello con mulching.

Quita la nieve y el hielo de las ramas

No dejes que se acumule mucha nieve y hielo sobre los árboles, arbustos, setos y trepadoras del jardín. El exceso de peso podría quebrar las ramas de algunos ejemplares.

Con la ayuda de una pértiga o una vara mueve las ramas para que la nieve caiga. Riega ligeramente el suelo para hacerla desaparecer.

Si tus árboles y arbustos están cubiertos de hielo puedes intentar librarlos de él golpeando ligeramente el extremo de las ramas con una vara larga o una escoba hasta que la costra se rompa y caiga.

Evita colocarte debajo del ejemplar. No intentes eliminar el hielo con agua; podría congelarse sobre la capa anterior y empeorar el problema.

 

Plantas de flor

Flores de pleno invierno

A los resistentes pensamientos y ciclámenes, capaces de mantener toda su belleza a pesar del frío y las nevadas, se suman ahora los eléboros, o rosas de Navidad, ideales para climas húmedos, y más adelante las violetas, prímulas, bergenias.

Y entre las trepadoras, los jazmines de invierno, el avellano mágico (Hamamelis mollis) y la bignonia de invierno (Bignonia venusta).

Bignonia venusta

Si quieres que florezcan más tiempo apórtales un abono rico en fósforo y potasio.

 

Plantas de interior

Regar poco (o nada) y humidificar el ambiente

Humedad ambiental y un lugar fresco (no frío) y muy luminoso, alejado de la calefacción, es casi todo lo que necesitan estos meses las plantas de interior.

Un riego al mes basta, excepto en el caso de las azaleas, cuyas finas raíces exigen riego regular por inmersión.

Es importante vigilar que no se acumule agua en la base de los tiestos: podría provocar la caída de las flores, como sucede con la orquídea Phalaenopsis, la asfixia de las raíces o la pudrición de la planta.

Algunas plantas como la pachira, la zamioculca, las sansevierias o la yucca no deben regarse.

 

Huerto

Enmendar la tierra

Las áreas del huerto donde se sembrará en primavera deberán limpiarse de malas hierbas y entrecavarse para airearlas y mullirlas.

A continuación, aplicar una enmienda orgánica (mantillo, compost, estiércol bien descompuesto) y entreverar con el suelo; le aportará nutrientes de liberación lenta y mejorará su textura y estructura.

Siembras de enero

Este mes ya puedes sembrar rúcula directamente sobre el terreno y pimientos en semillero, además de acelgas, espinacas, zanahorias…

Si la zona es de inviernos poco fríos, a partir de diciembre se pueden plantar también patatas tempranas o semitempranas.

 

El césped

En enero, enmendar con materia orgánica

Este mes es importante aportarle al césped abono orgánico (humus, mantillo, compost) para prepararlo para el rebrote primaveral.

Como en los meses precedentes, si la hierba está un poco más alta de lo habitual estará más protegida.

No conviene pisarla si está muy mojada o escarchada (en este caso riégala ligeramente para evitar que se queme).

Y procura que no se acumule agua de lluvia en forma de charcos permanentes.

 

Recuerda que en Centro de Jardinería Sánchez dispones durante todo el año, de todo lo que necesitas para el cuidado de tu jardín.

¡Te esperamos!

Jardinería Sánchez, vive en tu jardín.

Cítricos: cuidados y variedades

Cítricos: cuidados y variedades

Los cítricos son un grupo de frutas muy apreciadas por su sabor, su aroma y sus propiedades nutricionales. Son ricos en vitamina C, antioxidantes, fibra y otros compuestos beneficiosos para la salud. Además, son muy versátiles y se pueden consumir de diversas formas: en zumos, ensaladas, postres, mermeladas, etc.

Pero, ¿sabes cómo cuidar y elegir los mejores cítricos? En este artículo te damos algunos consejos para que disfrutes de estas deliciosas frutas todo el año.

Variedades de cítricos

Los cítricos son frutas que pertenecen a la familia de las rutáceas, que incluye unas 1600 especies de plantas. Dentro de los cítricos, se pueden distinguir cuatro géneros principales: Citrus, Fortunella, Poncirus y Microcitrus. Estos géneros agrupan a unas 60 especies de frutas, entre las que destacan:

– Limón: existen variedades como el limón fino o eureka (de forma ovalada y color amarillo intenso), el limón verna o lunero (de forma redonda y color amarillo pálido), el limón meyer (de forma redonda y color amarillo anaranjado) y el limón persa (de forma redonda y color verde claro).
– Lima: existen variedades como la lima mexicana o key (de forma redonda y color verde oscuro), la lima tahití o persa (de forma ovalada y color verde claro), la lima kaffir (de forma irregular y color verde oscuro) y la lima dedo (de forma alargada y color verde claro).
– Naranja: existen variedades como la naranja navel o ombligo (de forma esférica y color naranja intenso), la naranja valencia o zumo (de forma ovalada y color naranja pálido), la naranja sanguina o roja (de forma esférica y color rojizo) y la naranja amarga o sevillana (de forma esférica y color naranja oscuro).
– Mandarina: existen variedades como la mandarina clementina (de forma ovalada y color naranja intenso), la mandarina satsuma (de forma esférica y color naranja pálido), la mandarina tangelo (de forma ovalada y color naranja rojizo) y la mandarina murciana (de forma esférica y color naranja oscuro).
Pomelo: existen variedades como el pomelo blanco o marsh (de forma redonda y color amarillo pálido), el pomelo rosado o ruby red (de forma redonda y color rosado), el pomelo rojo o star ruby (de forma redonda y color rojo intenso) y el pomelo oro blanco o oro blanco (de forma redonda y color amarillo claro).
– El kumquat (Fortunella spp.): es una fruta de forma ovalada y color naranja, con una pulpa ácida y una cáscara comestible. Se consume en fresco o en conserva, y también se utiliza para hacer licores y vinagres.

Kumquat

Cuidados de los cítricos

Los cítricos son plantas que requieren unas condiciones específicas para su cultivo. Algunos aspectos que hay que tener en cuenta son:

– El clima: los cítricos son plantas que necesitan un clima templado o subtropical, con temperaturas entre 15 y 30 ºC. No toleran las heladas ni el exceso de calor o humedad.
– El suelo: los cítricos prefieren un suelo bien drenado, fértil y ligeramente ácido. No les gusta el encharcamiento ni la caliza.
– El riego: los cítricos necesitan un riego regular pero moderado, evitando el secado o el anegamiento del suelo. Se recomienda regar por goteo o por aspersión, y reducir el riego en invierno.
– La poda: los cítricos se podan para eliminar las ramas secas, enfermas o dañadas, y para dar forma y airear la copa. Se debe podar en primavera u otoño, evitando los meses de floración y fructificación.
– El abono: los cítricos requieren un abono equilibrado, rico en nitrógeno, fósforo y potasio, y también en micronutrientes como hierro, magnesio y zinc. Se debe abonar en primavera y verano, evitando el invierno.
– Las plagas y enfermedades: los cítricos son susceptibles de sufrir el ataque de diversos insectos, hongos, bacterias y virus, que pueden afectar a sus hojas, flores, frutos y raíces. Algunos de los más comunes son: la cochinilla, el pulgón, la mosca blanca, el ácaro rojo, el minador de los cítricos, la araña roja, el trips, el psílido asiático de los cítricos, el nematodo de los cítricos, la gomosis, el aguado, la tristeza de los cítricos, el virus de la mancha anular de los cítricos, el virus de la exocortis de los cítricos y el virus del enanismo amarillo de los cítricos. Para prevenir y combatir estas plagas y enfermedades se deben aplicar medidas preventivas como: elegir variedades resistentes o tolerantes, mantener una buena higiene del cultivo, controlar el riego y el abono, eliminar las partes afectadas y utilizar productos fitosanitarios adecuados.

Beneficios de cultivar cítricos

Los cítricos son un grupo de plantas que incluyen frutas que tienen muchas propiedades beneficiosas para la salud, como la vitamina C, los antioxidantes y los flavonoides. Además, cultivar cítricos en el jardín puede aportar otros beneficios, como:

– Embellecer el espacio con sus flores blancas y aromáticas y sus frutos de colores vivos.
– Atraer a las abejas y otros polinizadores que ayudan a la biodiversidad y al equilibrio ecológico.
– Ahorrar dinero al tener una fuente propia de frutas frescas y ecológicas.
– Disfrutar de una actividad relajante y gratificante que mejora el ánimo y reduce el estrés.

Por estas razones, cultivar cítricos en el jardín puede ser una buena opción para quienes quieran aprovechar al máximo su espacio verde y cuidar su salud.

Descubre la belleza de la Nandina domestica

Descubre la belleza de la Nandina domestica

La nandina (Nandina domestica) es una planta arbustiva originaria de China y Japón, que se ha popularizado en muchos jardines por su belleza y resistencia.

También se le conoce como bambú sagrado, aunque no tiene nada que ver con los verdaderos bambúes, sino que pertenece a la familia de las berberidáceas.

La nandina se caracteriza por sus hojas perennes, compuestas y de color verde, que cambian a tonos rojos o rosados en primavera y otoño, creando un espectáculo cromático.

Sus flores son blancas y se agrupan en grandes panojas que aparecen en verano. Sus frutos son bayas rojas que persisten durante el invierno, aportando un toque de color al jardín.

Cómo cuidar la nandina

La nandina es una planta muy fácil de cuidar, que se adapta a diferentes condiciones climáticas y de suelo. Estos son algunos consejos para mantenerla sana y bonita:

– Ubicación: la nandina puede vivir tanto a pleno sol como en semisombra, pero hay que tener en cuenta que en climas muy cálidos es mejor protegerla de las horas de más calor, ya que puede sufrir si la temperatura supera los 35 ºC. En climas fríos, resiste hasta -7 ºC sin problemas, pero si baja más puede perder algunas hojas cerca de la base.
– Riego: la nandina necesita un suelo o sustrato fresco y bien drenado, que no se seque del todo ni se encharque. Se recomienda regar cada 3 días en verano y cada 10 días en invierno, ajustando la frecuencia según las condiciones ambientales.
– Suelo y abonado: la nandina se adapta a una amplia gama de suelos, pero prefiere los ricos, humíferos y con un pH neutro o ligeramente ácido. Se puede abonar con un fertilizante orgánico o mineral cada dos meses durante la primavera y el verano, para estimular su crecimiento y floración.
– Multiplicación: la nandina se puede multiplicar por semillas o por esquejes. Las semillas se siembran en otoño o invierno, en un sustrato ligero y húmedo, y germinan al cabo de unos meses. Los esquejes se cortan en primavera o verano, de unos 15 cm de largo, y se plantan en un sustrato arenoso y húmedo, cubriendo la base con un plástico para mantener la humedad.

Beneficios de la nandina

La nandina es una planta ornamental que ofrece muchos beneficios para el jardín y el hogar. Algunos de ellos son:

– Aporta color y contraste durante todo el año, gracias a sus hojas cambiantes y sus frutos rojos.
– Atrae a las aves y a los insectos beneficiosos, como las abejas y las mariposas, que polinizan las flores y ayudan al equilibrio ecológico.
– Es una planta resistente y fácil de cuidar, que no necesita podas ni tratamientos fitosanitarios.
– Es una planta versátil, que se puede cultivar tanto en macetas como en el suelo, formando setos, borduras o grupos aislados.
– Es una planta con propiedades medicinales, ya que se le atribuyen efectos antipiréticos, antiinflamatorios y antiespasmódicos.

La nandina es, sin duda, una planta ideal para tener en el jardín o en la terraza, por su belleza y su resistencia. Si quieres disfrutar de esta planta arbustiva tan especial, no dudes en seguir estos consejos para cuidarla correctamente.

Tareas del Jardín en Diciembre

Tareas del Jardín en Diciembre

Diciembre es un mes que requiere de menos actividad en nuestro jardín, si bien siempre habrá trabajo que hacer a la hora de cuidar nuestras plantas, arbustos y árboles.

Es un mes ideal para hacer balance de lo realizado durante este año y planificar las tareas de los próximos meses.

La planificación siempre es buena y en lo relacionado con las tareas del jardín no es una excepción.

Que tengamos menos actividad en comparación con otros meses del año no significa que bajemos la guardia.

Diciembre es un mes en el que comienza el frío más severo y las heladas amenazan la integridad de nuestras plantas.

 

EL JARDÍN

Si tenemos un abeto en nuestro jardín este mes es el adecuado para decorarlo para la Navidad.

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Por motivos de seguridad nos aseguraremos de que la instalación eléctrica es la adecuada (debe ser estanca).

Diciembre también es un buen mes para plantar arbustos y árboles a raíz desnuda. Regaremos bien después de plantarlos y durante las siguientes semanas.

Podar los árboles y arbustos de hoja caduca que se encuentren en reposo vegetativo, así como las plantas trepadoras que lo necesiten.

En este caso, si las trepadoras están entutoradas, las desenredaremos del tutor, podamos y las volveremos a enredar.

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Este mes requerirá disminuir sensiblemente la frecuencia de riego (salvo excepciones) y evitaremos que las plantas lleguen mojadas a la noche, por el riesgo de heladas.

El frío y, sobretodo, la humedad son alidados de los hongos.

Algunas especies de palmeras son más delicadas y sensibles a las heladas. En este caso las podemos proteger recojiendo sus hojas y envolviendo el conjunto con cañizo.

Es un buen mes para combatir la procesionaria del pino ya que las orugas se encuentran en sus nidos y son fáciles de identificar.

 

EL HUERTO

Es momento de plantar frutales a raíz desnuda, regándolos bien tras la plantación y durante las semanas siguientes.

Si tenemos un naranjo o mandarino en nuestro jardín este mes es ideal para recolectar sus frutos.

También es un buen momento para plantar ajos y si donde vivimos no hace mucho frío también podemos plantar habas.

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Túnel de plástico para proteger de las heladas

Para evitar el riesgo de heladas, es conveniente proteger los cultivos con mucha paja, mallas anti-heladas o túneles de plástico.

Aportar compost sobre la tierra también protegerá nuestro huerto con su efecto mulching.

 

LAS PLANTAS DE INTERIOR

Es el mes de la Poinsettia o Flor de Pascua, la planta navideña por excelencia. Podemos comprarlas de diferentes colores: el clásico rojo, amarillo, blanco, jaspeado…

No hay que regarlas mucho y las ubicaremos en un lugar donde reciban suficiente luz solar, eso sí, evitando los rayos solares directos pues pueden quemar sus brácteas.

En general, en este mes de diciembre (y el resto del invierno) evitemos colocar nuestras plantas cerca de radiadores y lugares donde hayan corrientes de aire (aire acondicionado).

Uno de los enemigos de las plantas de interior son los cambios bruscos de temperatura. Siempre que sea posible, tratemos de mantener una temperatura estable en nuestro hogar.

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El riego, en general, escaso. Mejor regar por absorción, colocando nuestras plantas encima de un plato para que vayan absorviendo el agua y evitemos así que las raíces se pudran.

Estos meses invernales es fácil que la luz solar incida menos en nuestro hogar.

Si notamos eso, reubiquemos nuestras plantas en lugares donde reciban más horas de luz al día.

 

EL CÉSPED

No es un mes ideal para cortar nuestro césped, pero si lo hacemos debemos cortarlo más alto y la siega más distanciadas.

Disminuir el riego y, al igual que las plantas del jardín, evitar que llegue mojado a la noche para evitar el riesgo de helada.

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Disminuiremos también el abonado y cuando lo hagamos, utilizar un abono rico en potasio para fortalecer nuestro césped cara el invierno.

Rastrillar las hojas que se hayan caído a fin de mantener el césped siempre limpio y evitar que se estropee.

Y recuerda…

Todo lo que necesites para tu jardín lo encontrarás en Jardinería Sánchez. Vive en tu jardín.